Un sistema de jardín vertical aporta a los edificios protagonismo, además de multitud de ventajas relacionadas con la eficiencia energética. Las plantas, con su capa de sustrato, aportan aislamiento a las paredes, de forma que se reducen las oscilaciones térmicas del edificio. Si hablamos de módulos de jardín vertical de interior, esa función aislante se reduce debido a que el tamaño de estos módulos de jardinería vertical son más pequeños, pero éstos sí que permiten mejorar la calidad del aire.