Se trata de un sistema sostenible de ajardinamiento especial para azoteas y terrazas de edificios que, además de tener funciones estéticas evidentes, presenta multitud de ventajas, como la mejora en la eficiencia energética y una buena gestión de las aguas de escorrentía.
En el diseño e instalación de una cubierta ajardinada, es importante conocer las claves para que tenga un buen funcionamiento a largo plazo y los costes de la instalación no presenten sorpresas.
Aumento de la vida útil de la cubierta, mejor conservación de los pavimentos y la capa aislante.
Mejora de la eficiencia energética.
Aumentan la calidad del aire y el agua, reducción de las emisiones de CO2.
Control del drenaje y la escorrentía.
Aislamiento térmico y acústico.